jose hernandez

"...no teniendo muy claras tachas que oponerme, mis oponentes debaten seriamente mi título recibido de loco. Toda la educación popular era nueva, y yo estaba solo como un visionario. Loco. ¿Las Islas del Tigre? Loco. ¿Las tierras de Chivilcoy? Loco. ¿El cercar las estancias? Loco. ¿El no creer en nuestros doctores y promover la reforma universitaria como lo estaba haciendo Lord Lowe en el parlamento inglés? Loco. Loco."

Domingo Faustino Sarmiento

sábado, 10 de octubre de 2020

A propósito del teletrabajo

(Sobre una comunicación de Ester Kandel)

 

Ester Kandel, Magister de la UBA en Ciencias Sociales del Trabajo, difundió algunas consideraciones acerca de la problemática emanada del teletrabajo, expandido como parte del aislamiento social promulgado a nombre del combate del covid-19. (1)

“La imposición del teletrabajo, no regulado, produjo cambios de distinto orden y con distintas reacciones que en los próximos meses serán motivo de análisis más profundos sobre sus consecuencias. Frente a la imposición, para resguardar el contacto social, algunos gremios tomaron recaudos y otros se reconvirtieron en autodidactas abruptamente, como en el caso docente.”

Desde el punto de vista de la subjetividad, acuerdo con Alicia Stolkiner, cuando manifiesta: “…En un primer momento hubo una cierta sensación de euforia, de sobreadaptarse a la situación. Desde hace un tiempo a esta parte empezó una segunda etapa marcada por la aparición de gestos o situaciones de agotamiento o percepción de distintas emociones. También, de sentimientos de enojo. (…)

“Se observan manifestaciones diversas, como las dificultades en el sueño, el mal dormir, las alteraciones del tiempo, las modificaciones de las relaciones interpersonales, situaciones derivadas de la readaptación de los vínculos en los grupos familiares, la convivencia, el uso de los espacios del hogar. (…) Las rutinas diarias mantienen ciertas angustias contenidas (…).”

Consigna Kandel que, en tiempos de cuarentena, el retroceso del conjunto de las condiciones laborales se manifiesta también en la justicia laboral.

“La normalidad que se proclama de la justicia, no la encuentran los que inician un juicio laboral, dado el tiempo de resolución prolongado a favor de las patronales. Se presiona para acuerdos conciliatorios. Cada vez hay más acuerdos conciliatorios que sentencias.

El Poder judicial, en general beneficia a los sectores del poder, a  grandes buffet. Se prioriza la estructura en la faz punitiva y no para la defensa.” 

Este empeoramiento no es simple efecto colateral de la cuarentena, sino una preferencia por los intereses propietarios, en detrimento de los trabajadores: “Los fueros civiles y comerciales son los que tienen prioridad”. (2)

El teletrabajo suele ser sufrido en particular por las mujeres:

“Muchas trabajadoras realizan doble o triple jornada laboral (empleada, madre, ayuda escolar). Los jardines maternales y las abuelas no pueden prestar ayuda”. (3)

Pero, en general, el teletrabajo implica que “es otro el lugar físico de trabajo, son otros los recursos materiales para hacerlo, es otro el ambiente laboral y la interacción con el mismo (es el domicilio particular, presencia de otras personas convivientes, otras actividades simultáneas de esas personas, alteración de la vida familiar, no diferenciación entre vida laboral y vida familiar, intromisión del empleador en la vida privada, jornada laboral sin límites, costos laborales a cargo del trabajador/a, entre otras cuestiones). Por lo tanto insistimos en la imprescindible negociación que permita arribar a un acuerdo basado en algunas condiciones básicas como ser la limitada vigencia del mismo por un motivo extraordinario como es la pandemia, el carácter voluntario de la participación del trabajador/a en dicha modalidad como asimismo el dejar de trabajar en esas condiciones cuando lo desee, el respeto de la jornada laboral, el derecho a la desconexión, el derecho a la privacidad, la cobertura de la ART, el resarcimiento económico por el consumo energético y mantenimiento/reparación de los dispositivos utilizados entre otras. Es muy importante agregar que otro de los objetivos buscados por la patronal con esta modalidad laboral es la atomización del colectivo de trabajo y por lo tanto la desaparición de la organización de los trabajadorxs en sus lugares de trabajo pilar insustituible para que unitaria y solidariamente puedan defender sus derechos.” (2)

El pensamiento del Presidente

A estar por sus dichos en la entrevista con Fontevecchia respecto del teletrabajo, al que visualiza con la perspectiva de su futuro, surge la duda de si las inquietudes de Alberto Fernández se sensibilizan por esta problemática, o más bien transitan la cuestión con la óptica de la maximización de la rentabilidad empresarial. “El teletrabajo es una modalidad que está funcionando…y uno tendría que preguntarse cómo tiene que ser el salario del que hace teletrabajo y el que tiene que hacer el trabajo presencial, porque el que hace teletrabajo tiene menores gastos de transporte, de comidas fuera de la casa y demás. Son temas todos que seguramente van a cambiar”.

Traduciendo al presidente: la introducción del teletrabajo disminuiría costo salarial y esto debería beneficiar a las empresas. Si ese razonamiento se trasladara a todo progreso de la productividad debido a la innovación tecnológica, llegaríamos al paradigma de que los salarios del capitalismo deberían haber mantenido a los trabajadores en las condiciones de vida del Medioevo

Video

                                      Alberto Fernández sobre el teletrabajo                                            

Pero aún situándonos en ese sesgo pro renta capitalista desde la que analiza el teletrabajo el Presidente, hay que observar que, con el teletrabajo, la empresa deja de invertir en los inmuebles y muebles que constituyen el lugar de trabajo. Ese capital necesario lo está poniendo el trabajador, que pone su propia casa al servicio de la empresa. Además, con el teletrabajo, el trabajador se debería auto disciplinar, ahorrándole a la empresa la inversión necesaria para el control disciplinario y asumiendo funciones de “emprendedor”, esto es, la condición con la que se pretende justificar el privilegio capitalista. Desde esa misma mirada, estos nuevos aportes de los trabajadores deberían darle derecho a participar de la renta empresaria.  Hablamos de autodisciplina en el teletrabajo porque si se planea que el mundo disciplinario del trabajo invada – como evidentemente está ocurriendo-  el hogar del trabajador, descomponiendo las reglas de la convivencia en el hogar, lo que se haría es introducir una ingeniería social de resultados nefastos.

El teletrabajo en la educación

Sigue Kandel, sobre la coyuntura de la cuarentena y la perspectiva educativa. 

La palabra de lxs docentes: el paso abrupto a una educación a distancia y al teletrabajo (y “tele-estudio”) ha tenido un impacto altamente negativo en términos de enseñanza y aprendizaje, atravesando a todo el sistema sin distinción de nivel educativo.” 

La actitud gubernamental agrava los efectos “espontáneos” de la cuarentena, cuando vemos que, ante los variados problemas de conectividad que estorban esta improvisada educación a distancia, “toda la provisión de servicios y dispositivos corre por cuenta de lxs trabajadores, por lo que cualquier mejora (ya sea en equipamiento, calidad de conexión o formación docente) depende exclusivamente del salario docente…los vínculos entre lxs docentes y sus estudiantes, salvo en el nivel primario, lxs docentes lograron entablar contacto sólo con la mitad de sus estudiantes y la frecuencia de ese vínculo no tiene fluidez y es intermitente en la mayoría de los casos, sin excepción de nivel educativo.

“Todavía está pendiente en nuestro país la cuestión de un desarrollo soberano de alternativas digitales y tecnológicas de acceso gratuito para docentes y estudiantes, con participación directa de estos actores en su construcción.” (4)

Pero esta línea soberana y humanista de pensamiento no parece inspirar la decisión del Ministerio de Educación, que acordó la injerencia educativa de George Soros, el eximio especulador que quebró nada menos que la soberanía monetaria de Inglaterra y al que pondera como filántropo universal, según reza la siguiente publicación:

https://www.argentina.gob.ar/noticias/el-ministerio-de-educacion-y-la-fundacion-open-society-acordaron-proyectos-en-conjunto

El Ministerio de Educación y la fundación Open Society acordaron proyectos en conjunto

La fundación Open Society, fundada por George Soros, trabaja por la justicia, la gobernanza democrática y los derechos humanos.

Estas infaustas determinaciones gubernamentales ilustran la sentencia con la que Kandel remata su trabajo:

“Finalmente, los datos muestran que no hay una conciencia política evidente que esté movilizando las preocupaciones acerca de las transformaciones de la educación, del sentido de la educación pública, de las condiciones laborales del trabajo docente. ¿Por qué sigue siendo tan difícil pensarnos y reconocernos a nosotrxs como sujetxs políticxs y a nuestra tarea educativa como un acto político?”

(1)     Ester Kandel: El teletrabajo, Algunas consideraciones del trabajo a     distancia, 16/6/2020.

(2)    Se apoya la autora en las coincidencias de un panel sobre Crisis en la Justicia y la situación de trabajadores, realizado el 20 de julio 2020, coordinado por Pablo Kleiman (CTA Capital), Pablo Abramovich, secretario general de AJB, Karina Albarracín, secretaria de género de FJA, Cristián Carro (Secretario general Comisón interna Fuero del Trabajo UEJN)) y Matías Fachal, secretario adjunto de la asociación judicial de CABA (youtube).

(3)   Dicho por Karina Albarracín en el panel citado.

(4)   La educación en tiempos de pandemia: “Lxs docentes somos irremplazables (Carlos Blasco, Eduardo Contreras, Ramiro Puertas, Silvio Seoane y Franco Solavagione, (2020)

 

                   

 

 

 

 

 

 

 

 

      

 

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