jose hernandez

"...no teniendo muy claras tachas que oponerme, mis oponentes debaten seriamente mi título recibido de loco. Toda la educación popular era nueva, y yo estaba solo como un visionario. Loco. ¿Las Islas del Tigre? Loco. ¿Las tierras de Chivilcoy? Loco. ¿El cercar las estancias? Loco. ¿El no creer en nuestros doctores y promover la reforma universitaria como lo estaba haciendo Lord Lowe en el parlamento inglés? Loco. Loco."

Domingo Faustino Sarmiento

lunes, 26 de octubre de 2020

 

Muertes con coronavirus

Argentina 28.000    Uruguay 53

“¡Oh, que felices somos nosotros los que conocemos,

suponiendo que sepamos callar durante suficiente tiempo!”

Friedrich Nietzsche

 


¿Cómo circulan la información y la opinión en nuestra sociedad? Es asombroso que, a unos pocos kilómetros, apenas a la vera de la otra orilla del Plata, una realidad que debiera sacudir la más rudimentaria conciencia social argentina, pase absolutamente ignorada. ¡Ay de nuestro siglo informático!: En 1810, con los chasquis y los barcos a vela, Buenos Aires se enteraba al otro día lo que ocurría en Montevideo. ¿Será que en tiempos revolucionarios la gente se informa mejor? 

 

Argentina, con cuarentena 28.000 - Uruguay, sin cuarentena 53

 Diálogo al 24/10/2020

 

      ¡Eh! ¡Lo que pasa es que los uruguayos cerraron la frontera!

  ¿Qué gobierno no la cerró?

      ¡Pero es un país chico, la frontera es fácil de cuidar!

  No se trata de eso. Con cierre de frontera, igualmente en Uruguay tienen más de 2000 casos. Al no haber cuarentena ¿Qué ha impedido que esos infectados no se multiplicaran durante estos meses en un contagio sin freno hasta abarcar al conjunto de la población?

      ¡Ah pero no vas a comparar...! ¡El Uruguay es un país despoblado, rural, la dispersión de la población es lo que impidió la proliferación del virus!

  Momentito: Uruguay es ciertamente un país despoblado, porque tiene una densidad de población de 20 habitantes por km2, pero Argentina está todavía más despoblada, con sólo 16 personas por km2.

      Sí, somos despoblados en promedio, pero tenemos una gran concentración en Buenos Aires. CABA tiene 14000 habitantes por km2.

  Sí, 14.000, igual que Tokio. Pero Tokio, tiene más de 9 millones de seres, es tres veces más grande que CABA. Si tomamos CABA más el Gran Buenos Aires, son 14.800.000, pero la densidad de la población baja a 1114 habitantes por km2. La población de Tokio está 14 veces más concentrada.

      ¿Y a qué vienen Tokio y Japón?

  A que Japón, con 335 habitantes por km2, contra sólo 16 nuestros, o sea, 21 veces más denso, tiene una mortalidad por coronavirus igual al Uruguay.

      ¿Por qué? ¿Cuántos muertos tiene?

  1711.

      ¿Y Uruguay?

  53

      ¿?

  Japón tiene 126 millones de habitantes. Si fueran poquitos como los 3.400.000 uruguayos, los muertos serían proporcionalmente 46       (3,4/126 x 1711 = 46)

      ¿?

  ¿Qué coincidencia no?

      ¿?

  Que Japón no hizo cuarentena, lo mismo que Uruguay, y tienen la misma mortalidad

      ¿A dónde querés ir?

  ¿Cómo es que teníamos que ir al suicidio económico para no suicidarnos biológicamente y resultó que los que no hacen cuarentena casi no tienen muertos al lado nuestro?

El diálogo se interrumpió ahí, porque el cruzado de la cuarentena no quiso seguir escuchando al insólito cuestionador. “Si el Uruguay y el Japón no salen en la tele, no existe lo que pretende este loco. ¿Cómo vamos a estar todos equivocados?” Y se fue, transportando su apariencia inconmovible: "Por un voto, no nos vamos a poner tristes", supo decir el General.

Al quedarse solo, sin oídos que lo escucharan, prosiguió el réprobo hablándole a su soledad.

"Es cierto que hay que atender a las concentraciones urbanas y que Uruguay no tiene una urbe como Buenos Aires. Pero, para apreciar la eficiencia sanitaria de la cuarentena, podemos contrastar ciudades semejantes, con el mismo número de habitantes de Montevideo, como es el caso de Córdoba."

Córdoba: 1.329.604 (2014) -  Montevideo: 1.381.000 (2017)

"¡Casi iguales!"

“Montevideo es pueblerina”... “Población rural”... “dispersa”, le resonaba en contra.

"¿Más pueblerina que Córdoba? Comparemos las densidades de población de las dos ciudades", se dijo:

Córdoba: 2308,3 hab/km2 - Montevideo: 2602 hab/km2  (4)

(Montevideo es más densa que Córdoba)

"¿¡Cuál es más pueblerina entonces!?", se animó.

¿Y los infectados de Coronavirus?

 Córdoba: 30.864    -    Montevideo: 1.458

¿Y los muertos?

Córdoba: 413    -    Montevideo: 34  (1)

Presintió que ante lo inapelable de las cifras, “una mala gestión en Córdoba”, le contestarían. Decidió seguir buscando.

¿Rosario? Es más chica: 948.423, pero más densa que Montevideo: 5306 hab/km2  (2)

Rosario: Infectados 43.962 - Montevideo: 1458   (¡30 veces más!)

Rosario: Muertos: 571        - Montevideo: 34.      (¡17 veces más!)

¿Otra mala gestión local?

Por último el Gran Mendoza, más chico, como Rosario, pero también menos denso: (3)

Gran Mendoza: 937.154 habitantes  -  Montevideo: 1.381.000

Gran Mendoza:  2018,3 hab/km2   -   Montevideo: 2602 hab/km2

Infectados:             22.715              -                            1458

Muertos:                      471             -                                 34

¿Para qué seguir? Toda la realidad de nuestro interior es, por ahora, y sólo por ahora, diez veces peor que en el Uruguay. Porque las cifras de infección y muerte arrecian y la diferencia entre los dos países se agranda exponencialmente.

Llamó en vano el hereje a su polemista para enrostrarle todas estas cifras. “Los infectólogos saben lo que hacen”, le contestaron.

-o-

Por regla general, los países que no han hecho cuarentena tuvieron guarismos incomparablemente menos gravosos en víctimas fatales: Singapur 28, Corea del Sur 457, Cuba 128, Nicaragua 155.

Suecia parece haber llevado la peor parte de ese grupo, con cerca de 6000 muertos. Pero mientras una segunda oleada de contagios afecta a Europa, Suecia aparece totalmente inmunizada. No hay nuevos infectados. El caso sueco merecerá una observación más detenida en el tiempo, porque el año 2019 tuvo una mortalidad menor a la esperada de 3000 personas. Es como si hubieran traspasado sus fallecimientos a este año. Y a falta de cuarentena, Suecia tiene un aislamiento social estructural, el de sus residencias de ancianos, de las que han provenido el 75% de sus fallecimientos.

Desde temprano, quienes quisimos saber supimos que los presuntos beneficios de la cuarentena no justificaban sus terribles secuelas económicas y sociales más sus costos sanitarios colaterales. Lo que además sabemos ahora, resultados a la vista, es que no mejora sino que agrava significativamente el problema mismo del coronavirus.

-o-

Y regresa nuestro despechado polemista:

"¿A quién importará en definitiva esto? Si por ventura la cuarentena habrá matado un millón de personas por el mundo, ¿qué representarán en el conjunto de 7 mil millones que somos? ¿Acaso saldrán en la tele? No nos hagamos ilusiones: el desatino criminal seguirá disfrutando, por ahora, de una enceguecedora luz verde."

¿Exagerará?

 

https://docs.google.com/spreadsheets/d/1yacx_VOoID7jVbNjQ9TKtfGgrkGS6BYMsz8dxOeOSzY/edit#gid=961503467

https://www.impulsonegocios.com/coronavirus-en-rosario-hoy/

https://www.lanacion.com.ar/sociedad/coronavirus-hoy-argentina-mapa-mendoza-localidad-localidad-nid2365955

https://es.wikipedia.org/wiki/%C3%81rea_metropolitana_de_Montevideo

 

 

 

 

 


sábado, 10 de octubre de 2020

 

La Declaración de Great Barrington

 

(Al momento de publicarse esta transcripción, habían adherido a este documento 6806 científicos, 14.762 médicos practicantes y 199.706 personas del público en general) https://translate.google.com/translate?hl=es-419&sl=en&u=https://gbdeclaration.org/&prev=search&pto=aue

 

 

Como epidemiólogos de enfermedades infecciosas y científicos de salud pública, tenemos serias preocupaciones sobre los impactos dañinos en la salud física y mental de las políticas vigentes de COVID-19, y recomendamos un enfoque que llamamos Protección Enfocada. 

Viniendo tanto de izquierda como de derecha, y de todo el mundo, hemos dedicado nuestras carreras a proteger a las personas. Las políticas de bloqueo actuales están produciendo efectos devastadores en la salud pública a corto y largo plazo. Los resultados (por nombrar algunos) incluyen tasas más bajas de vacunación infantil, empeoramiento de los resultados de las enfermedades cardiovasculares, menos exámenes de detección de cáncer y deterioro de la salud mental, lo que conduce a un mayor exceso de mortalidad en los próximos años, con la clase trabajadora y los miembros más jóvenes de la sociedad con la carga más pesada . Mantener a los estudiantes fuera de la escuela es una grave injusticia. 

Mantener estas medidas en vigor hasta que se disponga de una vacuna provocará un daño irreparable, y los menos privilegiados sufrirán un daño desproporcionado.

Afortunadamente, nuestra comprensión del virus está aumentando. Sabemos que la vulnerabilidad a la muerte por COVID-19 es más de mil veces mayor en los ancianos y enfermos que en los jóvenes. De hecho, para los niños, COVID-19 es menos peligroso que muchos otros daños, incluida la influenza. 

A medida que aumenta la inmunidad en la población, disminuye el riesgo de infección para todos, incluidos los vulnerables. Sabemos que todas las poblaciones alcanzarán eventualmente la inmunidad colectiva, es decir, el punto en el que la tasa de nuevas infecciones es estable, y que esto puede ser asistido por (pero no depende de) una vacuna. Por lo tanto, nuestro objetivo debería ser minimizar la mortalidad y el daño social hasta que alcancemos la inmunidad colectiva. 

El enfoque más compasivo que equilibra los riesgos y los beneficios de alcanzar la inmunidad colectiva es permitir que aquellos que tienen un riesgo mínimo de muerte vivan sus vidas normalmente para desarrollar inmunidad al virus a través de una infección natural, mientras se protege mejor a los que están en mayor grado. riesgo. A esto lo llamamos Protección Enfocada. 

Adopting measures to protect the vulnerable should be the central aim of public health responses to COVID-19. By way of example, nursing homes should use staff with acquired immunity and perform frequent PCR testing of other staff and all visitors. Staff rotation should be minimized. Retired people living at home should have groceries and other essentials delivered to their home. When possible, they should meet family members outside rather than inside. A comprehensive and detailed list of measures, including approaches to multi-generational households, can be implemented, and is well within the scope and capability of public health professionals. 

A las personas que no son vulnerables se les debe permitir reanudar inmediatamente la vida con normalidad. Todos deben tomar medidas sencillas de higiene, como lavarse las manos y quedarse en casa cuando están enfermos, para reducir el umbral de inmunidad colectiva. Las escuelas y universidades deben estar abiertas a la enseñanza presencial. Deben reanudarse las actividades extracurriculares, como los deportes. Los adultos jóvenes de bajo riesgo deberían trabajar normalmente, en lugar de hacerlo desde casa. Deberían abrirse restaurantes y otros negocios. Deben reanudarse las artes, la música, el deporte y otras actividades culturales. Las personas que corren un mayor riesgo pueden participar si lo desean, mientras que la sociedad en su conjunto disfruta de la protección conferida a los vulnerables por quienes han construido la inmunidad colectiva.

 

El 4 de octubre de 2020, esta declaración fue redactada y firmada en Great Barrington, Estados Unidos, por:

Dr. Martin Kulldorff , profesor de medicina en la Universidad de Harvard, bioestadístico y epidemiólogo con experiencia en la detección y seguimiento de brotes de enfermedades infecciosas y evaluaciones de seguridad de vacunas.

La Dra. Sunetra Gupta , profesora de la Universidad de Oxford, epidemióloga con experiencia en inmunología, desarrollo de vacunas y modelado matemático de enfermedades infecciosas.

 

El Dr. Jay Bhattacharya , profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, médico, epidemiólogo, economista de la salud y experto en políticas de salud pública que se enfoca en enfermedades infecciosas y poblaciones vulnerables.

 

A propósito del teletrabajo

(Sobre una comunicación de Ester Kandel)

 

Ester Kandel, Magister de la UBA en Ciencias Sociales del Trabajo, difundió algunas consideraciones acerca de la problemática emanada del teletrabajo, expandido como parte del aislamiento social promulgado a nombre del combate del covid-19. (1)

“La imposición del teletrabajo, no regulado, produjo cambios de distinto orden y con distintas reacciones que en los próximos meses serán motivo de análisis más profundos sobre sus consecuencias. Frente a la imposición, para resguardar el contacto social, algunos gremios tomaron recaudos y otros se reconvirtieron en autodidactas abruptamente, como en el caso docente.”

Desde el punto de vista de la subjetividad, acuerdo con Alicia Stolkiner, cuando manifiesta: “…En un primer momento hubo una cierta sensación de euforia, de sobreadaptarse a la situación. Desde hace un tiempo a esta parte empezó una segunda etapa marcada por la aparición de gestos o situaciones de agotamiento o percepción de distintas emociones. También, de sentimientos de enojo. (…)

“Se observan manifestaciones diversas, como las dificultades en el sueño, el mal dormir, las alteraciones del tiempo, las modificaciones de las relaciones interpersonales, situaciones derivadas de la readaptación de los vínculos en los grupos familiares, la convivencia, el uso de los espacios del hogar. (…) Las rutinas diarias mantienen ciertas angustias contenidas (…).”

Consigna Kandel que, en tiempos de cuarentena, el retroceso del conjunto de las condiciones laborales se manifiesta también en la justicia laboral.

“La normalidad que se proclama de la justicia, no la encuentran los que inician un juicio laboral, dado el tiempo de resolución prolongado a favor de las patronales. Se presiona para acuerdos conciliatorios. Cada vez hay más acuerdos conciliatorios que sentencias.

El Poder judicial, en general beneficia a los sectores del poder, a  grandes buffet. Se prioriza la estructura en la faz punitiva y no para la defensa.” 

Este empeoramiento no es simple efecto colateral de la cuarentena, sino una preferencia por los intereses propietarios, en detrimento de los trabajadores: “Los fueros civiles y comerciales son los que tienen prioridad”. (2)

El teletrabajo suele ser sufrido en particular por las mujeres:

“Muchas trabajadoras realizan doble o triple jornada laboral (empleada, madre, ayuda escolar). Los jardines maternales y las abuelas no pueden prestar ayuda”. (3)

Pero, en general, el teletrabajo implica que “es otro el lugar físico de trabajo, son otros los recursos materiales para hacerlo, es otro el ambiente laboral y la interacción con el mismo (es el domicilio particular, presencia de otras personas convivientes, otras actividades simultáneas de esas personas, alteración de la vida familiar, no diferenciación entre vida laboral y vida familiar, intromisión del empleador en la vida privada, jornada laboral sin límites, costos laborales a cargo del trabajador/a, entre otras cuestiones). Por lo tanto insistimos en la imprescindible negociación que permita arribar a un acuerdo basado en algunas condiciones básicas como ser la limitada vigencia del mismo por un motivo extraordinario como es la pandemia, el carácter voluntario de la participación del trabajador/a en dicha modalidad como asimismo el dejar de trabajar en esas condiciones cuando lo desee, el respeto de la jornada laboral, el derecho a la desconexión, el derecho a la privacidad, la cobertura de la ART, el resarcimiento económico por el consumo energético y mantenimiento/reparación de los dispositivos utilizados entre otras. Es muy importante agregar que otro de los objetivos buscados por la patronal con esta modalidad laboral es la atomización del colectivo de trabajo y por lo tanto la desaparición de la organización de los trabajadorxs en sus lugares de trabajo pilar insustituible para que unitaria y solidariamente puedan defender sus derechos.” (2)

El pensamiento del Presidente

A estar por sus dichos en la entrevista con Fontevecchia respecto del teletrabajo, al que visualiza con la perspectiva de su futuro, surge la duda de si las inquietudes de Alberto Fernández se sensibilizan por esta problemática, o más bien transitan la cuestión con la óptica de la maximización de la rentabilidad empresarial. “El teletrabajo es una modalidad que está funcionando…y uno tendría que preguntarse cómo tiene que ser el salario del que hace teletrabajo y el que tiene que hacer el trabajo presencial, porque el que hace teletrabajo tiene menores gastos de transporte, de comidas fuera de la casa y demás. Son temas todos que seguramente van a cambiar”.

Traduciendo al presidente: la introducción del teletrabajo disminuiría costo salarial y esto debería beneficiar a las empresas. Si ese razonamiento se trasladara a todo progreso de la productividad debido a la innovación tecnológica, llegaríamos al paradigma de que los salarios del capitalismo deberían haber mantenido a los trabajadores en las condiciones de vida del Medioevo

Video

                                      Alberto Fernández sobre el teletrabajo                                            

Pero aún situándonos en ese sesgo pro renta capitalista desde la que analiza el teletrabajo el Presidente, hay que observar que, con el teletrabajo, la empresa deja de invertir en los inmuebles y muebles que constituyen el lugar de trabajo. Ese capital necesario lo está poniendo el trabajador, que pone su propia casa al servicio de la empresa. Además, con el teletrabajo, el trabajador se debería auto disciplinar, ahorrándole a la empresa la inversión necesaria para el control disciplinario y asumiendo funciones de “emprendedor”, esto es, la condición con la que se pretende justificar el privilegio capitalista. Desde esa misma mirada, estos nuevos aportes de los trabajadores deberían darle derecho a participar de la renta empresaria.  Hablamos de autodisciplina en el teletrabajo porque si se planea que el mundo disciplinario del trabajo invada – como evidentemente está ocurriendo-  el hogar del trabajador, descomponiendo las reglas de la convivencia en el hogar, lo que se haría es introducir una ingeniería social de resultados nefastos.

El teletrabajo en la educación

Sigue Kandel, sobre la coyuntura de la cuarentena y la perspectiva educativa. 

La palabra de lxs docentes: el paso abrupto a una educación a distancia y al teletrabajo (y “tele-estudio”) ha tenido un impacto altamente negativo en términos de enseñanza y aprendizaje, atravesando a todo el sistema sin distinción de nivel educativo.” 

La actitud gubernamental agrava los efectos “espontáneos” de la cuarentena, cuando vemos que, ante los variados problemas de conectividad que estorban esta improvisada educación a distancia, “toda la provisión de servicios y dispositivos corre por cuenta de lxs trabajadores, por lo que cualquier mejora (ya sea en equipamiento, calidad de conexión o formación docente) depende exclusivamente del salario docente…los vínculos entre lxs docentes y sus estudiantes, salvo en el nivel primario, lxs docentes lograron entablar contacto sólo con la mitad de sus estudiantes y la frecuencia de ese vínculo no tiene fluidez y es intermitente en la mayoría de los casos, sin excepción de nivel educativo.

“Todavía está pendiente en nuestro país la cuestión de un desarrollo soberano de alternativas digitales y tecnológicas de acceso gratuito para docentes y estudiantes, con participación directa de estos actores en su construcción.” (4)

Pero esta línea soberana y humanista de pensamiento no parece inspirar la decisión del Ministerio de Educación, que acordó la injerencia educativa de George Soros, el eximio especulador que quebró nada menos que la soberanía monetaria de Inglaterra y al que pondera como filántropo universal, según reza la siguiente publicación:

https://www.argentina.gob.ar/noticias/el-ministerio-de-educacion-y-la-fundacion-open-society-acordaron-proyectos-en-conjunto

El Ministerio de Educación y la fundación Open Society acordaron proyectos en conjunto

La fundación Open Society, fundada por George Soros, trabaja por la justicia, la gobernanza democrática y los derechos humanos.

Estas infaustas determinaciones gubernamentales ilustran la sentencia con la que Kandel remata su trabajo:

“Finalmente, los datos muestran que no hay una conciencia política evidente que esté movilizando las preocupaciones acerca de las transformaciones de la educación, del sentido de la educación pública, de las condiciones laborales del trabajo docente. ¿Por qué sigue siendo tan difícil pensarnos y reconocernos a nosotrxs como sujetxs políticxs y a nuestra tarea educativa como un acto político?”

(1)     Ester Kandel: El teletrabajo, Algunas consideraciones del trabajo a     distancia, 16/6/2020.

(2)    Se apoya la autora en las coincidencias de un panel sobre Crisis en la Justicia y la situación de trabajadores, realizado el 20 de julio 2020, coordinado por Pablo Kleiman (CTA Capital), Pablo Abramovich, secretario general de AJB, Karina Albarracín, secretaria de género de FJA, Cristián Carro (Secretario general Comisón interna Fuero del Trabajo UEJN)) y Matías Fachal, secretario adjunto de la asociación judicial de CABA (youtube).

(3)   Dicho por Karina Albarracín en el panel citado.

(4)   La educación en tiempos de pandemia: “Lxs docentes somos irremplazables (Carlos Blasco, Eduardo Contreras, Ramiro Puertas, Silvio Seoane y Franco Solavagione, (2020)