Sarmiento
ecologista
Por Juan Carlos Comínguez
VATICINA LA DEUDA AMBIENTAL.
"Cada dos minutos, es arrasada una hectárea de bosque
en el país. Se desmonta más en zonas prohibidas que en áreas permitidas",
según el informe de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable de
la Nación". Multimedio Clarín 28/11/2014)
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El 17 de octubre de 1882, Sarmiento, bajo el título
CONGRESO ECONÓMICO - Arboricultura - escribía: "En la sesión del viernes, concluyó
el ingeniero Comingues la lectura de su interesante disertación sobre el rol
importante que desempeñan los árboles en la economía de la distribución de la
humedad, y la influencia que su presencia o la devastación de los bosques
ejerce sobre la suerte de las naciones".
......."ha
sido un acontecimiento feliz, el que se haya llamado la atención del pueblo y
del legislador sobre esa cuestión de vida o muerte para la República en
general; y a más de lo que el señor Comingues expone en su disertación tan
sentida, y lo poco que avanzamos en un número anterior, añadiremos algunas
observaciones, que corroboran la necesidad de legislar sobre la conservación de
los árboles silvestres, y hacer obligatorio los plantíos en las tierras de
labor".
OBSERVACIONES DE SARMIENTO:
Afirma que "Antes de salir de los límites de
Córdoba,las gruesas chispas que se escapan de las locomotoras, incendiaron una
zona de bosques de algarrobos que tienen algunas leguas de largo. Los troncos
están ahí provocando el filo del hacha para convertirlos en leña, pero se ha
'pasmado" la madera y es inútil hasta para quemarla. Sin eso, la hornalla
de las locomotoras, acabará en diez años con el bosque adyacente......."
Continúa: "Entre Mendoza y San
Juan es escasísimo el combustible, y cerca de esta última ( S.J.) se ha agotado
en veinte años el Monte Grande de algarrobos, de manera de no haber, sino a
precio muy subido, leña para el fuego de las cocinas......"En San Juan no
se replantan los álamos una vez cosechados los palos de los que se plantaron
hace veinte años..... las acacias, cebiles paraísos y otras mimosas que podrían
servir para plantar ex profeso bosques para leña, apenas tienen el carácter de
árboles de ornato, o de sombra. Es imposible imaginarse imprevisión y
abandono más grande. Los cipreses han desaparecido en estos últimos años......".
Luego sostiene: "En las inmediaciones de Buenos Aires, el país
cultivado de cereales, no tiene árboles....Alrededor de las colonias de
Santa Fe se puede como en Buenos Aires asegurar que no resistirían los bosques
diez años más al talaje que los hace desaparecer".
Sigue exponiendo y proponiendo una solución: Considera que los
"dos millones seiscientos mil árboles plantados en todas las colonias de
Santa Fe" son insuficientes ya "que cubren sólo dos leguas de bosque,
para las cien leguas ya cultivadas". A pesar de lo insuficiente, considera
que estas plantaciones han mejorado las condiciones de la tierra y “este año se espera que lleguen éstas a su
auge, tan espléndido se presenta el crecimiento y desarrollo de los
cereales". Y se pregunta: "No sería ésta la ocasión de dictar leyes
para aumentar el cultivo de los árboles en las colonias, a fin de no deteriorar
las condiciones del terreno?".
Y se responde: "En Santa Fe esto es
posible, por cuanto el terreno es propiedad del cultivador; en Buenos Aires
encontrará una ley semejante grandes resistencias, por cuanto el cultivador es
inquilino y no puede gastar tiempo ni dinero en plantas cuyo fruto no ha de
cosechar; y el propietario del suelo no ha de pagar al inquilino el trabajo,
resignándose a las eventualidades del deterioro futuro del suelo, con tal que
en el presente le dé un arriendo usurario, como el que obtiene hoy por no
conocer sus propios intereses".
Extraídos del Artículo: Congreso
Económico- Arboricultura- Obras Completas
de Sarmiento - Tomo XLII - Costumbres-Progresos- páginas 80-81-82.-
Editorial Luz del Día- Bs.As. 1953.
Nota del Blog: Este artículo, con
sobrada razón, hace centro en las precursoras preocupaciones ambientalistas de
Sarmiento, una nota más de la integralidad de su pensamiento social. A él se le
debe, acaso providencialmente, la creación de los bosques de Palermo. Queremos
vincular este escrito con el proyecto agrario de Sarmiento, que no es otro que
el reparto de la propiedad del suelo entre los trabajadores de la tierra. Sarmiento
denuncia aquí los efectos depredadores del latifundio y su sistema de arriendo,
en la provincia de Buenos Aires, contrastando esto con la situación en Santa Fe,
donde pudo avanzar más la colonización. Es que la burguesía terrateniente, a lo
largo de la historia, conservó férreamente, por sobre todo, las tierras de la
pampa húmeda. (Ver en el temario de este blog: Sarmiento y la propiedad de la
tierra – El proyecto agrario de Sarmiento – Presentaciones de libros, “Sin
permiso del Jefe de Policía”)
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