La URSS, en la crisis de
1930
¿“SE LE CAYÓ
EL MUNDO ENCIMA”?
(el
más grande “milagro” de la historia económica moderna fue llevado a cabo por la
Unión Soviética en medio de la peor crisis mundial, la de 1930)
Hemos tenido que
escuchar que vivíamos la siguiente antinomia, inexorable como una ley natural:
por un lado, las recetas neoliberales (equivocadas), tal vez representativas de
alguna “minoría del privilegio”; por el otro, las políticas productivistas,
inclusivas, equitativas, correspondientes al “proyecto nacional, popular y
democrático”, donde estaría consultado el interés popular.
Los logros en
cuanto a aumento de la ocupación, suba del salario real y la baja de las tasas
de pobreza e indigencia, así como la objetiva disminución de los delitos violentos,
brindaron algunos años de consenso popular a este discurso, más allá de las
confusiones a que inducen los chisporroteos de la oposición mediática.
Pero ocurre que estas indiscutibles mejoras lo son todas en relación a los pavorosos índices de
la depresión económica iniciada en 1998 y, en particular, a la dantesca
situación social creada con la draconiana devaluación practicada por el
gobierno de Duhalde.
El tema es: ¿es
válida semejante comparación para caracterizar el carácter social de la
política de los Kirchner?
Veamos.
¿Podemos hablar de “modelo nacional”, “opuesto
al neoliberal”, cuando el grado de extranjerización de la economía se mantiene
en niveles formidables?
500 Primeras empresas 1993 -
Menem 2008 - Kirchner
Extranjerización 64% 83%
¿Podemos hablar de “modelo inclusivo”,
alternativo al neoliberal, cuando la concentración económica bate también records
históricos?
1993 - Menem 2008 - Kirchner
Concentración
Económica en 500
primeras empresas 24% 34%
¿Podemos hablar de “modelo equitativo”,
cuando la participación salarial en el producto igualmente supera las
aberraciones cometidas tras las falsas promesas del derrame neoliberal?
1993
– Menem 2008 -
Kirchner
Participación salarial
En el producto 31% 28%
Fuentes:
Realidad Económica N° 259 Abril-Mayo de 2011; Gustavo Barachik, Un análisis del
proceso reciente de argentinización; Juan E. Santarcángelo-Guido Perrone,
Disputa por el Excedente.
¿Podemos hablar de “modelo popular”
por contraste al “modelo neoliberal” cuando las ganancias de la cúpula
empresaria casi se han triplicado durante el mandato kirchnerista, respecto a
las que han obtenido en tiempos de Menem y de la Rúa,
1991-2001 2003-2010
Utilidad sobre ventas
Primeras 200 empresas 3,1% 8,5%
mientras la tasa de explotación del
trabajo aumenta un 23% superando holgadamente los niveles del 2001?
2001 De la Rúa 2010
Kirchner
Salario real
100 101
Productividad del trabajo 100 124
Tasa de explotación relativa 1 1,23
Base 2001=100
Fuentes:
Cifra, sobre datos oficiales, citado por Horacio Vervitsky en Página 12 del
27/11/2011
En el 2002, con la gestión Duhalde, el salario se había derrumbado un 30% y es sobre este nivel super deprimido que arrancan las "mejoras" del período kirchnerista.
Pues bien.
Cuando sobre el pueblo
empobrecido, a pesar del crecimiento a “tasas chinas”, comienzan a arreciar los
rigores de una nueva crisis, la presidente abre el paraguas con eso de que “se
nos cayó el mundo encima”.
No con el ánimo de saltear épocas y distancias, pero sí a los fines de superar las estrecheces ideológicas que no conciben ya más mundo que el que circunscribe el capitalismo, traemos un paralelo histórico.
No con el ánimo de saltear épocas y distancias, pero sí a los fines de superar las estrecheces ideológicas que no conciben ya más mundo que el que circunscribe el capitalismo, traemos un paralelo histórico.
Una crisis más
grave que la que hasta ahora acontece desde la crisis financiera del 2008, fue
la iniciada por el viernes negro de Wall Street en 1929.
El desastre económico pareció ganar al mundo entero.
El desastre económico pareció ganar al mundo entero.
Hubo sin embargo
una contrastante excepción: por los mismos años en que la generalidad del capitalismo se sumergía en la parálisis económica, la Unión Soviética consumaba un rutilante
despegue económico de características inéditas en la historia, que hizo decir
al embajador norteamericano, Joseph Davies, que la URSS había realizado en
pocos años lo que a EEUU le costó generaciones.
Trotski, cuya
prédica no era precisamente de propaganda pro-soviética, ya que se orientaba a mostrar lo mal que iban las cosas en la URSS bajo la
dirección de Stalin, tuvo que ceder por un momento a una evidencia que le
restaba credibilidad y escribió, con la elocuencia que le era característica:
“… Durante los tres últimos años, la producción metalúrgica aumentó
dos veces, la del acero y de los aceros laminados, cerca de 2,5 veces…. En
1925, la URSS tenía el undécimo lugar en el mundo desde el punto de vista de la
producción de energía eléctrica; en 1935, sólo era inferior a Alemania y a los
Estados Unidos… En cuanto a la producción de acero, pasó del sexto al tercero.
En la producción de tractores ocupa el primer lugar del mundo. Lo mismo sucede
con la producción de azúcar…
“…Los inmensos resultados obtenidos por
la industria, el comienzo prometedor de un florecimiento de la agricultura, el
crecimiento extraordinario de las viejas ciudades industriales, la creación de
otras nuevas, el rápido aumento del número de obreros, la elevación del nivel
cultural y de las necesidades, son los resultados indiscutibles de la
Revolución de Octubre en la que los profetas del viejo mundo creyeron ver la
tumba de la civilización. Ya no hay necesidad de discutir con los señores
economistas burgueses: el socialismo ha demostrado su derecho a la victoria, no
en las páginas de El Capital, sino en una arena económica que constituye la
sexta parte de la superficie del globo; no en el lenguaje de la dialéctica,
sino en el del hierro, el cemento y la electricidad.” (Trotski, La revolución traicionada, Cap I,
Lo obtenido)
Por lo visto, a la
URSS, entonces, no se le cayó el mundo encima. Luego le caerían encima los
nazis y la guerra fría. Pero eso ya es materia de otro análisis.
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